Al iniciar este diálogo no pensé en las Ies que controlan los escritos actuales. A medida que fui avanzando en los diálogos comencé a comprender que probablemente la I que más definía este proyecto era en mi caso el de la Ingenuidad.Ingenuamente pensé que era algo bastante lógico y simple el determinar dos cosas fundamentales: el propósito por el que estamos aquí y nuestro papel, con su estampado legado, en este diminuto planeta.
Sin embargo, sigo optimísticamente pensando que los elementos indispensables para una mejor calidad de vida esta en los cambios propios e internos de cada uno de nosotros y que están íntimamente ligados a nuestras ilusiones, ingenuidad, imaginación e idealismo.
Quisiera mantener mi ilusión idealista que en las próximas 60 mil palabras de este diálogo lograremos educarnos un poco de la ignorancia en que vivimos a diario y podremos salir del círculo del pensamiento uni direccional que es el amo y señor de nuestro diario vivir.
Tal vez solo entonces lograremos formar una sociedad sin divisiones entre los que tienen y los que no tienen, con conocimiento honesto de nuestras desigualdades y con un pensamiento simple para la real mejoría de nuestra corta estadía en este planeta.