En Philosophia mundi de Guillermo de Conches (c. 1085-1154), observamos un gran interes, como algo propio del segundo cuarto del siglo XII, por saciar el ansia de conocimiento de la filosofia natural y, en general, de los problemas de la naturaleza, segun el modelo de la escuela de Chartres, en cuyas aulas se intentaron explicar los fenomenos del cosmos a traves de las leyes de la naturaleza . Se inicia lenta pero claramente una secularizacion de signo positivo: la comprension del universo a partir de la nocion de creacion y tambien de manera independiente, pues se considera que aquel posee una estructura racional propia. Este modo de conocer el universo comenzo a tener, entonces, un sentido nuevo, pues este modelo se proyecto sobre la comprension de la revelacion. Al haber dispuesto la correlacion, tan propia de los siglos XI-XII, entre teologia, filosofia, literatura y artes en general asistimos, en definitiva, a la presencia de la imaginacion en la investigacion de la realidad; por ello, no es sorprendente que el contraste entre la infinitud de Dios y el horizonte del universo, que se ampliaba cada vez mas, se hiciera poco a poco mas difuso, hasta el punto de unificar, en la practica, el deseo de Dios y de conocimiento del mundo.

En Philosophia mundi de Guillermo de Conches (c. 1085-1154), observamos un gran interés, como algo propio del segundo cuarto del siglo XII, por saciar el ansia de conocimiento de la filosofía natural y, en general, de los problemas de la naturaleza, según el modelo de la escuela de Chartres, en cuyas aulas se intentaron explicar los fenómenos del cosmos a través de las leyes de la naturaleza . Se inicia lenta pero claramente una secularización de signo positivo: la comprensión del universo a partir de la noción de creación y también de manera independiente, pues se considera que aquel posee una estructura racional propia. Este modo de conocer el universo comenzó a tener, entonces, un sentido nuevo, pues este modelo se proyectó sobre la comprensión de la revelación. Al haber dispuesto la correlación, tan propia de los siglos XI-XII, entre teología, filosofía, literatura y artes en general asistimos, en definitiva, a la presencia de la imaginación en la investigación de la realidad; por ello, no es sorprendente que el contraste entre la infinitud de Dios y el horizonte del universo, que se ampliaba cada vez más, se hiciera poco a poco más difuso, hasta el punto de unificar, en la práctica, el deseo de Dios y de conocimiento del mundo.

LIBRO PRIMEROPREFACIOI. ¿Qué es la filosofía?II. ¿Con qué razones se prueba la existencia de Dios?III. Las tres PersonasIV. El alma del mundoV. Los demoniosVI. ¿Son cuerpos o espíritus?VII. Los elementosVIII. Las cualidades de los elementosIX. La conjunción de los elementosX. La disposición de los elementosXI. El caosXII. La creación de las estrellasXIII. La creación de los animales y de los hombresXIV. ¿En qué tiempo fue creado el mundo?LIBRO SEGUNDOPREFACIOI. El éterII. ¿Hay aguas congeladas sobre el éter?III. ¿De cuántas maneras se expresa la autoridadsobre las cosas superiores?IV. Sobre el firmamento y las estrellasV. ¿Cuántos círculos se dice que hay en el firmamento?VI. Los signosVII. Los cinco paralelosVIII. Sobre el movimiento del firmamentoIX. SaturnoX. JúpiterXI. MarteXII. VenusXIII. MercurioXIV. El Sol y la variedad de los tiemposXV. La LunaLIBRO TERCEROPREFACIOI. El aireII. Las lluviasIII. El arcoírisIV. La causa del granizoV. La causa de la nieveVI. Los truenos y los rayosVII. Acerca de las estrellas que se ven caerVIII. El cometaIX. El lugar de las aguas y la extensión del océanoX. El nacimiento de los vientosXI. Por qué cierta agua es dulce y cierta agua es saladaXII. Los pozosXIII. Una quemazón y un diluvioXIV. La lunaciónLIBRO CUARTOPREFACIOI. La tierra y sus cualidadesII. Los habitantes de la tierraIII. Los confines de Asia, África y EuropaIV. Por qué en algunos montes hay nieves perpetuasV. ¿Qué cualidades adquiere la tierra por los diversos vientos?VI. Árboles injertadosVII. El animal terrenoVIII. El espermaIX. La edad para el coitoX. La matriz y la esterilidadXI. El esperma femenino y la menstruaciónXII. La concepción de un hombre o de una mujerXIII. Las acciones de las capacidades en el niñoXIV. ¿Cómo se alimenta el niño en el útero?XV. La infanciaXVI. La primera digestiónXVII. El estómago y las restantes digestionesXVIII. Las complexionesXIX. El sueño y los sueñosXX. La cabezaXXI. El cerebroXXII. Los ojosXXIII. ¿Cómo se produce la visión?XXIV. El oídoXXV. ¿Qué es el alma?XXVI. ¿Qué acciones son del alma y del cuerpo?XXVII. Cómo está el alma en el hombreXXVIII. El momento de su unión con el cuerpoXXIX. Las virtudesXXX. Qué maestro elegirXXXI. Cómo debe ser el discípuloXXXII. Qué temperamento es conveniente para la doctrinaXXXIII. Cuál sea el orden de aprendizaje