Winner at the 2011 Living Now Book Awards. A touching and sensitive story for all ages about accepting differences and dealing with the loss of a loved one.

Una conmovedora historia para grandes y pequeños sobre la aceptación de las diferencias y que ayuda a afrontar la pérdida de un ser querido.

Winner at the 2011 Living Now Book Awards. A touching and sensitive story for all ages about accepting differences and dealing with the loss of a loved one.

On a spring night, under the light of the full moon, a little lamb was born. Delia Derito, her mother, decided to call him Kor Derito. Kor was a very special sheep, and as time passed, it became more apparent that he was nothing like the other lambs. While his friends were dressed with white, long wool, the little one was covered with a small, fluffy cloud. Kor was a white cloud, sometimes cloudy, sometimes even a stormy one! Without a doubt, Kor was a very special sheep, and that was why it was more difficult for him to relate to others. He wasn't cut out for jumping fences and helping children fall asleep—what he liked the most was being in nature.

But like the clouds, Kor soon realized that his place was in the sky.

Ganador en los Living Now Book Awards de 2011. Una conmovedora historia para grandes y pequeños sobre la aceptación de las diferencias y que ayuda a afrontar la pérdida de un ser querido.

En una noche de primavera, bajo la luz de la luna llena, la oveja Delia Derito dio a luz a su hijo, al que llamó Kor Derito. Kor era una ovejita muy especial, y a medida que pasaba el tiempo, más se demostraba que Kor no era como los demás corderos, con sus cuerpos cubiertos de lana blanca… ¡El pequeño tenía el cuerpo cubierto de nube! Una nube a veces blanca, a veces nublada, ¡incluso llena de relámpagos! Sin duda, Kor era una oveja muy especial, y por eso le costaba más relacionarse con los demás. Él no estaba hecho para saltar vallas y ayudar a los niños a conciliar el sueño; lo que a él le gustaba más era estar en la naturaleza.

Pero como las nubes, pronto Kor se dio cuenta de que su lugar estaba en el cielo.